Ese viernes no recuerdo la hora que sería. Llevábamos bastante rato jugando, por lo que pasaría de las once y media. Mi chico me había pedido que metiera toda mi ropa en un armarito de un compañero que tenía llave y que dejara esa llave en un cajón de otro compañero, también cerrada con llave. Esa segunda llave la dejé a la vista de la cam. Cuando digo toda la ropa digo toda. Era un juego más de los que hacíamos.
No se cuántos días habíamos hecho estos juegos. Esto pasó por febrero, así que ya llevábamos haciéndolo desde octubre del año anterior. No sé cuántos viernes habrían pasado. Si alguien quiere contar, que descuente los de Navidad, que mi chico volvió por entonces. Lo que quiero decir es que ya eran muchos viernes y nunca había venido nadie. Estaba muy confiada. Cómo iba a pensar que alguien se acercaría y menos tan tarde.
Pero ocurrió. Mi jefe abrió la puerta y quizá, mientras oía las vueltas del pestillo, me habría dado tiempo a vestirme a toda prisa si no hubiera estado todo bajo llave. Lo único que acerté a hacer fue cerrar la videoconferencia.
Creo que no me ha dado vuelco el corazón de esa forma nunca antes ni después de aquello. El corazón se me puso a cien, a mil. Creo que podía oírlo mientras me tapaba como podía. No sé si me subió la temperatura pero sentí un calor que surgía de dentro. Seguramente me puse roja. La vergüenza casi me hace desmayarme. Hubo un momento en que me dio vueltas todo.
Me bloqueé. No acertaba a decir nada, empecé a tartamudear saludando (creo). Mi boca temblaba. Estuve a nada de tener un ataque de nervios y empezar a gritar. Pero él me miró y se quedó quieto. Recuerdo que se pasó la mano por el pelo varias veces antes de acertar a decir algo. Resopló varias veces y al final dijo "Joder Marta". Al final, a mí me dio por llorar.
Lo siento, pero seguiré otro día. No esperaba que se me hiciera tan largo, pero necesito contar bien el pasado para que se entienda el presente. Ahora, al contarlo, veo que me gusta revivir lo que ocurrió, aunque por lógica lo hago desde un punto de vista muy diferente al de aquel día.
Un saludo, si hay alguien al otro lado. Me encantaría saber que hay alguien ahí. Todo esto tendría más sentido.
Hola Martika desde México,
ResponderEliminarInteresante tu blog, y bueno comenzando desde hoy con lo que puede ser una sincera amistad.... :)) estoy pendiente de tus lineas Martikaaaa
Gracias por responder, el mágico. Ya ves que eres el primero. Tener un lector me animará a seguir contando. Muchas gracias.
ResponderEliminarEn realidad martika, tus relatos me agradan, son verdaderamente frescos y me gusta tu prosa. Ojalá podamos ser amigos y si me lo pides te doy mi correo. Saludos desde México, un abrazo.
ResponderEliminarPerdona, el mágico. Esto no es un relato, te lo aseguro. Quiero comenzar un diario anónimo porque quiero contar las cosas que me pasan, pero para entender en punto en que estoy antes tengo que explicar cómo he llegado a este punto.
ResponderEliminarSiento, por otro lado, no haber escrito más estos días, pero estoy muy muy ocupada. Espero poder seguir pronto. Un saludo.
Como ya he comentado a otro chico, no voy a poner fotos, ni voy a dar señas de identidad del tipo mi correo. Creo que podemos seguir hablando mediante este blogspot. De todos modos, muchas gracias por tu interes.
Hola,
ResponderEliminarNo sé cómo llegué a tu blog; solo he leído tres artículos y estoy enganchao. No te imaginarás lo mucho que me ... "emocionó" leerte, pues me he identificado bastante bien, ha despertado algunas memorias en mi. Como soy demasiado cínico no he "abierto" mi blog; aparte que no quiero contar cosas que ofenderían a mucha gente.
En fin, no me interesa conocerte en foto o tener tu correo; solo te pido una cosa: no dejes de escribir, va?
Un beso y suerte,
CR